El
10 de Diciembre de 1992 hace aparición en los recreativos japoneses la secuela
directa de Fatal Fury. En vista del éxito inesperado de la primera parte, SNK
le dio un lavado de cara completo al juego, renovándolo totalmente a nivel
gráfico y jugable. Se añadía el sistema de golpe débil y golpe fuerte para puño
y patada que se mantiene hoy en día, avanzar gateando por el suelo, se permitía
dar un paso rápido hacía atrás, cambiar de plano, y un golpe fuerte (C+D) que
permitía lanzar al enemigo al otro plano. Además si justo tras bloquear hacías
adelante +A, tenías un ataque defensivo.
Pero
lo más importante fueron los Desperate Moves (ataque súper especial que se
activa al tener la barra de vida a menos del 25%), perfectamente implementados
para todos los jugadores, difíciles de hacer para la época pero, con permiso de
Art of Fighting, una de las novedades jugables más importantes en un juego de
lucha. Capcom copió la idea en 1994 para Super Street Fighter II Turbo (además
de otras cosas), pero ya era demasiado tarde: SNK se estaba abriendo hueco haciendo
lo más importante: innovar, reinventar el género de lucha.
Como
he dicho la jugabilidad, incluso a día de hoy, es muy disfrutable, hay una gran
facilidad para hacer combos, la velocidad es adecuada, todos los personajes
están bastante equilibrados, y la IA (dejando aparte Wolfgang Krauser) es
bastante benevolente. El plantel de personajes seleccionables se ampliaba a
ocho: a Terry Bogart, Andy Bogart y Joe Higashi se le añadían Cheng Sinzan,
Yubei Yamada, Big Bear (es el personaje de Raiden de la primera entrega, aparte
de los movimientos la pista de audio es la misma), y los grandes iconos de la
saga que repetirían después en todas las versiones Kim Kaphwan y Mai Shiranui.
Además había cuatro jefes no seleccionables (cosa que se solucionaría en Fatal Fury
Special): Billy Kane que repite, Axel Hawk (boxeador), Lawrence Blood (un
torero español, de hecho su escenario es una plaza de toros…), y el carismático
e imponente Wolfgang Krauser. Este último es el hermanastro de Geese, un noble
alemán de gran envergadura, obsesionado con Terry Bogard y por convertirse en
el hombre más fuerte del mundo. Su escenario es grandioso y mientras luchamos
suena la pieza de música clásica “Réquiem Nitanchou K.626 Dies Irae”. La
ambientación está a la altura de su dificultad.
El
juego volvió a ser un superventas, con ports a SNES, Megadrive, Pc Engine y
Game Boy (con personajes Super Deformed), a mi particularmente me encantó, era
un soplo de aire fresco, difícilmente superable. Pero SNK no pensaba lo mismo,
y mientras Capcom sacaba versiones descafeinadas de su clásico, un año después
nos sorprendía a todos con Fatal Fury Special...
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