Los
80 y los 90 fueron la época dorada de las recreativas, los arcades de Konami,
los beat’em up de Capcom o los juegos de lucha de SNK formaban parte de tardes
enteras abducidos por los coloridos gráficos de los juegos. Pero hubo un
representante español en los salones recreativos: la compañía Gaelco. La
empresa barcelonesa, creada a finales de los 80, consiguió competir de tú a tú
con las grandes compañías extranjeras de la época, desarrollando no solo los
motores gráficos, sino también encargándose del diseño y fabricando de los
muebles de las recreativas, una actitud totalmente independiente que
posibilitaba que los beneficios de sus títulos fueran íntegramente a sus
creadores sin injerencias intermedias. Gaelco tuvo muchos juegos destacados en
su catálogo, como Big Karnak, Surf Planet, Alligator Hunt, World Rally, Speed
Up! o Radikal Bikers (estilo Cracy Taxi), una recreativa de persecuciones que
fue la última cumbre de la compañía y que incluso permitió que entrase
mínimamente en el complicado y duro circuito japonés. Otro gran éxito fue el
fantástico Thunder Hoop (1992).
La
historia de este juego es bastante típica: el profesor Daniel Genbreak, aunque
conocido, respetado y brillante, es un excéntrico experto en genética que va
tras su mayor logro. Es acusado de poner en peligro a la humanidad por sus
experimentos para la creación de una serie de seres extraños muy peligrosos que
van a perder el control. Lleno de ira por la acusación, el profesor Genbreak
crea miles de engendros que siembran el pánico y la destrucción por todas
partes, pero otro grupo de científicos crea una vacuna para terminar con lo
seres de Genbreak, una vacuna llamada Thunder Hoop que no es más que un chico
dotado genéticamente de muchos poderes para terminar con los planes del
profesor Daniel Genbreak.
Lanzado
en exclusiva para el mercado de las máquinas recreativas en 1992, Thunder Hoop
es un juego de plataformas lleno de acción y dotado de una dificultad
extremadamente alta. Nuestro objetivo es simple: ir acabando con las creaciones
del profesor Genbreak disparando, saltando y esquivando, enfrentarnos a
temibles jefes finales de todo tipo (muy grandes, generalmente) y recorrer
diferentes escenarios basados en laboratorios, alcantarillas, ciudades y demás
parajes típicos en estos juegos.
Los
gráficos son estupendos, dotados de un colorido sensacional y de un control muy
bien implementado, destacando el diseño del personaje (muy parecido a Goku de
Dragon Ball) y de los enemigos. El sonido también es excelente, pues la música y
los efectos digitalizados acompañan muy bien. Contamos también con un variado arsenal de armas a nuestra disposición
que disparamos al más puro estilo shooter de desarrollo lateral, es decir, a lo
Mega Man pero pudiendo disparar en todas direcciones, muy parecido a otro gran
éxito de esa época, el mítico Toki.
Su
enorme éxito motivó una secuela en 1994, titulada Thunder Hoop Strikes Back, un
título de factura técnica sobresaliente pero que obtuvo mucho menos éxito que
su predecesor por algunas decisiones de desarrollo, según cuentan algunos de
sus responsables, que hicieron que se resintiese el resultado final en cuanto a
jugabilidad. En resumen: otra maravilla de Gaelco que solo se pudo disfrutar en
los salones recreativos, pues no hubo ninguna versión para consolas u
ordenadores. Si tenéis curiosidad tanto este juego como su segunda parte están
ya perfectamente emuladas con la última versión de MAME.
Con
la progresiva desaparición de los recreativos, Gaelco intentó reconvertirse en
una empresa de videojuegos domésticos, comprando la licencia del antiguamente
glorioso PC Fútbol. Sin embargo, problemas en su desarrollo, provocando malas
críticas y bajas ventas, acabó por enterrar la compañía en 2008, reciclándose
en una empresa de tableros electrónicos de dardos, negocio con el que siguen
hoy en día.
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