El
juego, basado en el en el cómic XenozoicTales, se lanzó al mercado arcade en
1992, y desde el primer día su éxito fue arrollador. La historia nos sitúa en
un mundo postapocalíptico, en el cual la humanidad vive bajo tierra debido a
una serie de catástrofes naturales. Con el paso de los siglos deciden salir a
la superficie. Cuál es su sorpresa al comprobar que los dinosaurios vuelven a
dominar el planeta, a lo cual se le suma el problema de que éstos están
enfurecidos al ser cazados sin piedad por un grupo de moteros y punkis llamados
los Mercaderes Oscuros. Inmediatamente, cuatro héroes emprenden un viaje por
esos lugares desolados, en busca de respuestas que puedan aclarar los motivos
por los que ocurre todo este caos.
Los
personajes jugables son los siguientes: Jack Tenrec. Es el personaje principal
del juego, probablemente el mejor personaje en general, tiene buen promedio en
las tres categorías (fuerza, velocidad y destreza), aunque es ligeramente mejor
en ataque cuando está corriendo. Hannah Dundee, tiene poca fuerza de ataque
pero se compensa con las demás habilidades. De igual forma tiene la ventaja de
hacer más daño con armas. Otro punto a su favor es su capacidad para lanzar
enemigos a bastante distancia, lo cual le da cierta ventaja. Mustapha Cairo, es
el personaje más rápido del juego, y sorprendentemente no le hace el más débil;
de hecho, tiene una fuerza de nivel similar al de Jack y además tiene la mejor
embestida del juego. Mess O'Bradovich, es el 'tanque' del juego, y a pesar de
ser lento, aunque puede correr, es el personaje jugable más fuerte.
A
su espectacular ambientación se le unían unos diseños de sprites nunca vistos
hasta la fecha, con unos dinosaurios enormes, y además contaba con la
posibilidad de poder jugar hasta tres jugadores a la vez en modo cooperativo. La
jugabilidad es increíble, desde poder correr por el escenario, pasando por la
enorme cantidad de armas repartidas por todas las fases (más de quince
diferentes), hasta los múltiples ataques especiales del jugador (a los que se
sumaban los ataques combinados en modo multijugador), hacen que el ritmo fuese
frenético.
El
apartado técnico está muy conseguido. Los gráficos son muy coloristas y con una
ambientación coherente con la historia, las animaciones de los sprites están
muy logradas, y la suavidad del scroll horizontal salta a la vista, por más
enemigos que nos aparezcan en pantalla. La música, basada en el heavy metal, la
componen melodías de guitarra eléctrica que animan constantemente a seguir
avanzando y acabar con todos los enemigos que nos sea posible, y los efectos de
sonido están igualmente logrados, ayudando a que la contundencia de los golpes
sea aún más realista. Los niveles, ocho en total, nos invitan a seguir la
acción en lugares de lo más variopintos: La selva, un edificio, calles
asoladas, laboratorios... siempre se nos ofrecerá más y más espectacularidad,
pero sin duda nuestro momento a recordar será sin duda la original fase de
conducción en la que dirigiremos nuestro coche contra las huestes de punkis que
intentan acabar con nosotros.
Al
final de cada nivel, nos encontraremos con los clásicos jefes finales los
cuales entablarán conversación con nosotros a modo de los típicos bocadillos de
cómic, y nos deleitarán con movimientos y comportamientos nunca vistos hasta
ese momento, con golpes brutales, ayudas de otros enemigos o dinosaurios contra
nosotros, y un largo etcétera. La dificultad en cualquier caso, está muy bien
trabajada, de manera que no nos será demasiado difícil avanzar en el juego.
En
definitiva, un auténtico clásico imprescindible para cualquier aficionado a los
títulos arcade.
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