El
gran éxito de Robocop provocó que años más tarde saliera su espectacular
segunda parte en cines. Los productores también se animaron a sacar más juegos para
aprovechar la franquicia y recurrieron de nuevo a Data East para su versión
arcade y a Ocean para las versiones de consola y ordenador. Robocop 2 fue uno
de esos juegos que conseguí pasarme con un solo crédito hace ya unos cuantos
años en los salones recreativos. El juego resultaba un poco más difícil que su
primera parte, pero gráficamente estaba a otro nivel. Los controles también
cambiaron, ahora había dos botones de acción, uno para disparar hacia la
derecha y otra hacía la izquierda, además de un botón de salto. Además contabas
con un puñetazo en distancias cortas, indispensable para ciertos jefes finales,
y una presa que te da un momento de invulnerabilidad y que hay que dominar si
quieres pasarte el juego con cierta solvencia.
El
juego consta cinco fases más dos de bonus, además de dos zonas tipo Cabal
intercaladas en la primera y tercera. Los enemigos finales si no vas con un
arma potenciada te destrozan con facilidad. Y para más inri el enemigo final
del juego, el ciborg asesino de la película con el cerebro de Caín, te persigue
durante toda la fase con el añadido de la presión del tiempo, muy justo para
terminar ese nivel, lo cual implica o ir con dos vidas –como es mi caso en esta
partida-, o arriesgarte a ir cuerpo a cuerpo. El juego jugando a dobles es
mucho más sencillo dado que los enemigos tienden a salir a la vez por ambos
lados y cada uno de los jugadores se puede encargar de su zona, pero cuando vas
solo resulta mucho más complicado. Como curiosidad en la versión japonesa hay
una introducción en la que juegas la primera pantalla de Robocop 1
enfrentándote con el robot Ed-209 y luego acabando de un disparo con
"Dick" Jones. Además las armas especiales tienen más disparos.
En
cualquier caso es un juego muy divertido, solo hay que echar un vistazo a los
enemigos para echarse una risa: los omnipresentes punks con hachas, unos tipos
vestidos de cuero que nos lanzan máquinas recreativas encima (¿?),
motociclistas, zombis que nos electrocutan (¿?), robots asesinos, etcétera. Y
no puedo dejar de referirme a ese momento en que nos pasamos el juego
derrotando a Caín en su versión más hardcore y le hacemos un fatality
aplastando su cerebro entre las manos. Bien.
Hubo
más secuelas pero está vez solo para consolas y ordenadores: Robocop 3 (1992) y
al año siguiente: Robocop vs The Terminator. Con ese título ya os podéis
imaginar porque fue el último. Sin embargo once años después se intentó una
especie de reborn en 3D para PlayStation 2 y Xbox que fue un desastre tanto en
críticas como en ventas. Por último existe un juego gratuito para móviles que
salió para publicitar el TERRIBLE remake del 2014, pero he preferido no
investigar demasiado.
En resumen, no es un mal juego, pero no es
tan mítico como el primero, lo cual juega un poco en su contra. Internet es una
buena forma de templar el interés y del primero hay miles de gameplays (espero
olvidar pronto el que vi de Amstrad CPC), reseñas, etcétera, pero su segunda
parte ha pasado mucho más inadvertida y apenas hay información. Una razón más
para que aparezca en este blog como pequeño aporte a los amantes de lo retro.
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