Tras
el enorme éxito cosechado en 1993 con Fatal Fury 2, SNK presenta una entrega
que para muchos agridulce. Estamos hablando de Fatal Fury Special, una revisión
que mejoraba enormemente a esa segunda parte, pero que no dejaba de ser una
mejora y no una secuela propiamente dicha. Ésta aparece en 1995, y en este
sentido, Fatal Fury 3: Road to the Final Victory seguiría con la historia de
los tres héroes Terry, Andy y Joe, siendo muchos los cambios que se incluirían
en el juego, muchos de los cuales sentarían las bases para la futura saga Real
Bout Fatal Fury. Sin ir más lejos, el primer cambio lo vemos en el argumento,
olvidándose del torneo King of Fighters, partiendo desde cero con una historia
totalmente diferente.
En
este sentido, nos cuenta que Terry Bogard, Andy Bogard, Joe Higashi y Mai
Shiranui regresan a Southtown tras su participación en KOF '94, y cuál es su
sorpresa cuando ven que la ciudad, lejos de seguir tranquila tras el final del
oscuro dominio de Geese Howard o Krauser sobre ella, sigue siendo un hervidero
de criminales y anarquía, gracias a la aparición de numerosas bandas que desean
dominar toda la ciudad. Joe Higashi es el que pone la voz de alarma, puesto que
ha venido explícitamente para investigar acerca de una terrible amenaza que le
ha contado Cheng Sinzan... Según cuenta, los hermanos Chunshu y Jin Chonrei,
descendientes de una antigua dinastía China, van tras la pista de unos
pergaminos que tienen el poder de dar la inmortalidad a su poseedor. Ya sólo
les falta uno, y para ello han contratado los servicios de un temible criminal
de Hong Kong llamado Ryuji Yamazaki, cuyo objetivo será traer el último de los
rollos para de este modo conseguir la inmortalidad de los hermanos Jin. Así
pues, el discurrir de la historia se basará en hacernos partícipes de la
sucesión de acontecimientos que nos llevan a recuperar cada uno de los
pergaminos, tras derrotar a nuestros adversarios.
Fatal
Fury 3 supone una gran evolución gráfica en la franquicia, un paso intermedio
entre lo presentado hasta la fecha y las entregas posteriores que vendrían
después, de la mano de la saga Real Bout Fatal Fury. Los personajes ya sean
conocidos o nuevos, están dibujados desde cero, y todos ellos cuentan con un
buen número de detalles que los hace bastante realistas. Además contamos con
que cada uno de ellos tiene un estilo de lucha único, lo cual visualmente
tendrá un gran impacto durante los combates. Las animaciones siguen las líneas
marcadas por la última entrega, Fatal Fury Special, aunque eso sí, son
visualmente más espectaculares que en esa entrega, y por supuesto incluirán
nuevos movimientos.
Los
escenarios son otro de los puntos fuertes, puesto que van a ser muy variados, y
contendrán un gran número de animaciones que hace que algunos de ellos los
podamos recordar como de lo mejor ofrecido en Neo Geo. Tienen además dos puntos
fuertes a su favor, el primero de ellos y algo subjetivo, es que las
localizaciones están bastante estereotipadas es decir, están pensadas para
encajar con el estilo o procedencia del luchador en cuestión, lo cual en los
combates crea un equilibrio ambiental bastante conseguido. El segundo, es la
inclusión de algunos detalles que le dan a este apartado un grado de calidad
pocas veces visto anteriormente (el pingüino corriendo en la stage de Mai, o el
mono dándole al Play en la de Terry). En este sentido, destacan sobre todo los
cambios horarios en el transcurso de las peleas, es decir, sucediéndose los
combates en momentos diferentes del día, con el consiguiente uso de una paleta
de colores diferente para cada momento. También y no menos importante, es que
en función de ese momento en cuestión, aparecerán en ocasiones algunos
elementos diferentes, que en conjunto le dan a este apartado aún más solidez.
Todo
en general destaca en este gran título: la intro, corta y espectacular, la
pantalla de selección de personajes, la de selección de escenario,
conversaciones de los personajes antes y después de cada combate (mención
aparte merece la pésima traducción de unos diálogos que intentan ser
creativos), pantalla de opciones... Incluso la pantalla de carga está
conseguida, si tenemos la versión CD del juego.
El
apartado sonoro consigue grandes cotas de calidad, tal y como lo hace el
gráfico. Además si los temas de escenarios como el de Mai Shiranui, Blue Mary o
Franco Bash ya son buenos en su versión original, la remasterización de su
versión Neo Geo CD –y adaptaciones para las consolas de 32 bits- hace que ganen
muchos enteros. En cuanto a los efectos, destacan sobre todo las voces, pues
todos los luchadores cuentan con nuevas pistas.
Una
de las grandes novedades es que los dos planos jugables, seña de identidad de
la saga, se modifican para pasar a ser tres planos en esta ocasión: uno
central, uno interior y otro exterior a los que se puede pasar momentáneamente
para esquivar ataques y contraatacar. La permanencia en estos planos se limita
en el tiempo, y ya no podemos pasar en ellos todo el rato que queramos como en
los anteriores capítulos. Así, al poco de cambiar de posición, nuestro
personaje volverá al plano central. Este simple cambio hace que ganemos en profundidad,
añadiendo grandes dosis de estrategia, pues debemos medir cuándo exactamente es
recomendable cambiar y cuando no. Además, para no hacer cambios de plano
totalmente gratuitos, cada luchador cuenta con golpes que pueden devolver al
rival al plano central, haciendo que la huida y esquiva no sea totalmente
libre, sino algo que hay que saber realizar en el momento apropiado.
Esta
entrega incluye otras novedades, como la valoración de cada uno de los combates
que realicemos, lo cual repercutirá en si podremos ver el verdadero final o no.
También dependiendo de nuestra posición en el escenario, podremos realizar unos
pequeños fatalitys al ejecutar el último golpe al rival, enviándolo al agua,
contra la pared, o enviándolo hacia la pantalla en un zoom de lo más
espectacular. Sin embargo la jugabilidad adolece de demasiadas pegas. En primer
lugar, destaca la dificultad, si lo comparamos con otras entregas, lo cual hace
que más que divertir, frustre. Es cierto que Neo Geo es en definitiva una placa
arcade, la cual se ideó para ganar dinero en los salones recreativos, e
interesaba que el jugador no estuviera demasiado tiempo con un crédito, pero en
este caso se llega a un extremo que hace que podamos tener problemas para ganar
incluso al primer rival del modo historia. Por otra parte nos encontramos con
algunos problemas en el control del personaje, e inefectividad en sus ataques,
destacando en este sentido sobretodo Geese y Andy. Además nos encontramos con
un equilibrio entre personajes no demasiado conseguido, haciendo que por
ejemplo Hon Fu sea con diferencia uno de los personajes más difíciles de
vencer, o que Geese sea uno de los más fáciles. Lo mismo ocurre con uno de los
dos final bosses al cual nos enfrentaremos.
Fatal
Fury 3 es el punto de inflexión de la saga, entre lo que eran juegos sin
demasiados alardes técnicos y rivales con rutinas repetitivas, a los de la
“nueva escuela” mucho más dinámicos y con un apartado técnico y sonoro a la
altura. Una lástima que jugablemente tenga algunas pegas que no le permitan
estar entre los mejores del género. Eso sí, tiene un apartado técnico
espectacular, y la ambientación e historia están muy, muy cuidadas, por lo que
tampoco hay que desdeñarlo totalmente.
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