Metal
Slug 2 es un videojuego para la consola Neo-Geo creado por SNK y Nazca
Corporation. Fue lanzado en 1998 como secuela del popular videojuego Metal
Slug. Una de las características más notables de esta secuela es la
implementación de dos personajes más que, aunque se controlaban de manera
igual, agregaba un elemento de variedad a este título, además de incluir una
variedad de nuevos vehículos y la capacidad de transformarse en criaturas
sobrenaturales o aumentar de peso cambiando drásticamente el esquema de juego
en algunos puntos.
La
sensación del juego no fue alterada demasiado, es el mismo juego con muchas
armas adicionales, secretos y vehículos, todo ello con el mismo tono frenético
y cómico a la vez, que le hizo tan popular. Nazca hizo que los escenarios
fueran más destruibles, que los enemigos finales durasen mucho más y fueran cada
vez más gigantescos, de hecho, a pesar de contar con solo seis fases, el juego
tenías que dedicarle casi una hora para poder pasártelo entero. Aunque la mayor
parte de las animaciones, sprites, personajes, vehículos y enemigos fueron reciclados
del primer Metal Slug, el juego, quizás por las novedades, el aumento de
velocidad o por lo frenético de las situaciones, parece totalmente nuevo.
Hay
dos transformaciones: primero en momia cuando eres alcanzado por los alientos
púrpuras de las distintas momias o de las vasijas o vapores púrpuras; esto
causa una reducción drástica en la velocidad del movimiento del jugador y la
anulación de cualquier arma especial, gracioso ver como tarda varios segundos
en tirar una mísera granada. La segunda es la capacidad de volverte obeso en
caso de coger demasiada comida del escenario. El personaje pierde mucha
velocidad pero aumenta su potencia de fuego, las granadas son más grandes y el
arma que lleves hace mucho más daño: la balas son más grandes, los efectos de
las explosiones mayores, la destrucción que creas a tu paso recomienda la
transformación, eso sin olvidar los detalles cómicos: el golpe cuerpo a cuerpo
en vez de un cuchillo utiliza un tenedor para apuñalar a los enemigos; cuando
es golpeado por una bala se desinfla como un globo. Todo un alarde de
detallismo gráfico –unido a una jugabilidad medida al detalle-, que aún hoy en
día, nos sorprende por su virtuosismo.
En
cuanto a las armas especiales solo hay una nueva, el Laser Gun, que consiste en
un fino haz de luz con gran potencia, y que, en tono cómico una vez más,
provoca que el pelo del personaje se erice como si se estuviera electrocutando.
Hay nuevos vehículos, como un camello armado con un cañón, el “Slug Flyer”, un
avión con habilidades de combate y el “SlugNoid”, un vehículo constituido por
dos artilleros y abajo un cañón que sólo permite lanzar el arma hacia abajo.
Como curiosidad también aparecen personajes que pueden ayudarnos, el primero es
Hyakutaro Ichimonji, preso que al rescatarlo empieza a lanzar esferas de
energía (en plan Ryu/Goku) hacia los enemigos, e incluso realiza golpes de
karate. Muy útil saber dónde está en cada escenario. También aparece Rumi
Aikawa, una muchacha que parece en la pantalla cargando una enorme mochila que
deja caer máximo tres artículos. En cuanto a los enemigos, aunque se recicla
mucho del anterior juego, destacables las momias de la segunda fase, y los
alienígenas a partir de la quinta. También los jefes finales, difíciles y
gigantescos.
El
juego es muy divertido difícil y largo, pero tiene un grave problema técnico:
sufre en algunas fases de muchas ralentizaciones. Es por eso que un año después
saldría un remake de esta entrega, Metal Slug X, que mejora estos problemas
técnicos y añade algunas novedades. Pero a pesar de ello, y comparándolo solo
con la primera parte, nos encontramos con escenarios aún más variados, una
dificultad ajustada, variedad de enemigos, armas y vehículos.
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