Dos
años después de la última entrega SNK Playmore y la coreana Mega Enterprise dan
vida a una secuela más de esta famosa saga, ayudados en esta ocasión por la
japonesa Noise Factory para el apartado sonoro. Por desgracia, el resultado
final queda muy lejos de alcanzar el nivel de calidad de cualquiera de las
entregas anteriores. El argumento no se caracteriza por tener un peso especial
dentro de lo que es el conjunto de la franquicia, y este caso no es una
excepción. Recordamos que en la tercera parte, los protagonistas conseguían
liberar al planeta de una peligrosa raza alienígena. En esta ocasión, se nos
presenta a una organización terrorista llamada Amadeus que ha creado un virus
informático que le permite controlar las armas militares a escala mundial. Para
detener sus maléficos planes, entran en escena los veteranos Marco Rossi y Fio
Germi, que esta vez van acompañados por los recién llegados Trevor Spacey y
Nadia Cassel, dos miembros del Ejército Regular. Juntos, averiguan con horror
que el general Morden está involucrado en dicha organización...
Nos
encontramos con un juego vistoso, atractivo y con esa paleta de colores y
dibujos tan característicos, pero desgraciadamente para el fan de la saga, no
aportará más que recordar que este o aquel escenario están sacados de alguna de
las entregas primera a tercera. Destaca por ejemplo el segundo nivel, sacado
casi exclusivamente de escenarios de la primera parte, que aunque incluya una
breve introducción, no basta para convencer al aficionado. También debemos
hablar de reciclaje de sprites, pues rara vez podremos ver algún nuevo diseño.
Únicamente los bosses, versiones de Morden y poco más, serán las novedades que
aparecerán en esta entrega.
En
cuanto a los diseños de los dos personajes nuevos, están muy conseguidos,
aunque hay que tener en cuenta que los carismáticos Tarma y Eri se quedan
fuera. Tan solo aparecen al principio y al final de los niveles para
transportar a los protagonistas. El resto de novedades (algunos personajes y
escenarios) no acaban de estar definidos con tanto detalle como el resto de
sprites o backgrounds originales, e incluso en comparación, los bosses
carecerán de ese nivel de calidad y carisma al que estábamos acostumbrados. En
definitiva, quienes no hayan jugado a ninguna entrega anterior no serán
conscientes de esta falta de originalidad, pero el resto de jugadores no podrán
evitar sentir una decepción ante un título que se presentaba a todas luces como
una mejora de la tercera parte.
El
apartado musical destaca respecto al resto. Noise Factory hizo un trabajo
bastante bueno a la hora de elaborar las melodías que acompañan a los niveles.
Son pegadizas y acompañan bien la acción, aunque se nota que siguen un ritmo
algo diferente de la de los Metal Slug anteriores y que puede que no agrade a
todos los jugadores. La mecánica sigue siendo la misma que conocemos: avanzar por
los niveles, acabando con cualquier enemigo que intente ponerse delante de
nosotros, y rescatar rehenes hasta llegar al jefe de fin de fase. Metal Slug 4
está dividido en 6 niveles, de dificultad creciente, especialmente elevada en
las últimas fases. Eso sí, no nos encontraremos con partes más difíciles que
las que nos pudimos encontrar en la tercera entrega.
Las
armas seguirán siendo muy variadas, tal y como nos tuvo acostumbrados la
anterior entrega, aunque a diferencia de aquella, en esta ocasión no habrá
prácticamente ninguna novedad. De hecho, únicamente se incluye la posibilidad
de poder hacer doble disparo con la ametralladora (Heavy Machinegun). Hay algún
vehículo “nuevo”: “M-15A Bradley” Hacía aparición en Metal Slug 2 como vehículo
enemigo. “Metal Crow” Otro vehículo enemigo reciclado con características
similares al anterior. “Walking Machine” Diseño cogido de Metal Slug 2, jugablemente
es similar al Camel Slug. “Forklift Truck” Similar al Drill Slug de Metal Slug
3.
En
cuanto a las transformaciones del protagonista, hay una nueva que es transformarnos
en mono, con la cual podremos colgarnos del techo, pero sólo podremos utilizar
una sencilla ametralladora como única arma.Como en Metal Slug 3, en esta
entrega continúa habiendo caminos alternativos que ayudan a dar una mayor
variedad, aunque no van a ser tan numerosas. Además tienen un pequeño problema,
y es que si buscamos una buena puntuación, tanto por enemigos como por número
de prisioneros, acabaremos yendo siempre por las mismas zonas.
Una
novedad que se introdujo en Metal Slug 4 y que desaparecería en las siguientes
entregas es el medidor de medalla. El sistema consiste en recolectar unos
objetos especiales que rellenan nuestro medidor de medalla. Tras ello, veremos
como el medidor se va vaciando poco a poco, de manera que antes de que se vacíe
del todo, deberemos derrotar al mayor número de enemigos para obtener un bonus
de puntuación. Dependiendo de lo bien que lo hagamos, nos aparecerá un pequeño
texto que nos dará una idea de lo bien que lo hemos hecho.
No
es ningún secreto que la saga basa su enorme éxito en el apartado rejugable de
sus entregas, debido la acción intuitiva y unos apartados técnico y jugable
excelentes. En este sentido, Metal Slug 4 no es ninguna excepción, el problema
vendrá a la hora de compararlo con el resto de entregas, las cuales son
superiores en todos los sentidos, sobre todo debido a esta evidente falta de
originalidad antes mencionada. Sin embargo seguimos estamos ante un título muy
divertido y entretenido, que a buen seguro nos mantendrá entretenidos durante
horas.
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