viernes, 1 de enero de 2021

Altered Beast (Sega 1988)

La mecánica de Altered Beast, en esencia, no se diferencia demasiado de otros beat'em-up de scroll horizontal como el fundacional Kung-Fu Master o Vigilante. Simplemente hay que derrotar a patadas y puñetazos a los enemigos que surgen por los márgenes de la pantalla. Pero la Sega de los años 80 era un hervidero de creatividad, y Uchida y su gente aportaron a esta placa algunos toques geniales para hacerla resaltar en los salones recreativos de 1988. Nuestro protagonista es un centurión muerto que se levanta de su tumba por orden directa del mismísimo Zeus con la misión de rescatar a Atenea de las garras del malvado Neff, quien la mantiene cautiva en el Inframundo con intención de convertirla a través de la magia negra ¡en una paloma!.

La acción arranca en el cementerio donde reposaban los restos del centurión, y nos lleva a lo largo de cinco fases hasta los mismísimo dominios de un Neff que ejerce de jefe final en cada uno de los niveles, adoptando diversas formas: un montículo del que brotan sin cesar cabezas, una planta que escupe ojos, un par de dragones y, como colofón final, un rinoceronte antropomórfico. Afortunadamente, Neff no es el único capaz de adoptar diversas formas, nuestro amigo el centurión, que empieza cada nivel como un auténtico alfeñique, puede ir transformándose a través de los orbes que dejan unos lobos bicéfalos al morir. Con dos orbes el centurión se convierte en una montaña de músculos, pero al recoger el tercer orbe hará mutar a nuestro héroe en diferentes criaturas, dependiendo del nivel en el que nos encontremos. En la primera fase nos convertiremos en un hombre lobo capaz de lanzar bolas de energía y volar por la pantalla con una patada aérea; en la segunda fase mutaremos en un dragón que desprende electricidad; en la tercera seremos un oso con un aliento capaz de convertir a los enemigos en fósiles; en la cuarta el centurión se convierte en un tigre humanoide -con un ataque vertical demoledor-, y en el quinto y último nivel nos transformaremos en un hombre lobo aún más corpulento.

Los enemigos de Altered Beast van desde diversas categorías de zombis (algunos de ellos sosteniendo aún sus propias calaveras) a demonios voladores, hormigas gigantes, dragones, unicornios karatekas, jabalíes armados con tonfas e incluso una raza de pollos mutantes (bautizados como Chicken Leg o Cockatrice). Estos últimos entusiasmaron tanto a Makoto Uchida que acabó rescatándolos para su siguiente recreativa, Golden Axe, reconvertidos en monturas para el trío de héroes. Mutaciones aparte, la mecánica es bastante simple: un botón para la patada, otro para el puñetazo y un tercero para saltar. Combinados con el uso del stick podemos ejecutar diversos movimientos, como una patada hacia arriba realmente útil para acabar con los demonios voladores.

Altered Beast no cosechó la misma popularidad en los salones recreativos de la gozaría el posterior Golden Axe, pero la arquitectura de la placa System-16 lo convirtió en un firme candidato para mostrar el potencial técnico de la recién nacida Mega Drive. El port no tardó demasiado en aterrizar en las tiendas japonesas. La recreativa debutó en agosto de 1988 y el 27 de noviembre de ese mismo año ya estaba a la venta la versión para la Mega Drive japonesa. La conversión a Mega Drive suavizó bastante el nivel de dificultad respecto a la recreativa, aunque perdió por el camino los efectos de scaling (como los restos de los zombis saltando a la pantalla o Neff aumentando de tamaño justo antes de transformarse). En cambio sí incorporó un scroll parallax con el que no contaba la recreativa. Curiosamente, este detalle fue el que hizo que Sega y M2 se decantaran por llevar a 3DS la versión Mega Drive en lugar de la placa original. También perdió por el camino el final original de la recreativa, en el que se desvelaba que nuestra odisea era en realidad el rodaje de una película.

Altered Beast se incluyó de regalo con cada Mega Drive hasta que Tom Kalinske, el CEO de Sega América, decidió sustituirlo por Sonic The Hedgehog, provocando las iras de la junta directiva de Sega Japón. Fue una jugada arriesgada (los japoneses no entendían por qué iban a regalar el juego más esperado de Mega Drive), pero al final resultó un éxito, y nadie echó en falta al centurión resucitado.

              Altered Beast también llegó a Master System en 1988 (aunque sin el nivel protagonizado por el oso), e incluso formó parte del catálogo de los principales competidores de Mega Drive: desde PC Engine (con una entrega en formato Hu-Card y otra para Super CD-ROM) hasta la mismísima Famicom, en una versión absolutamente delirante, obra de Asmik, que añadía nuevas mutaciones para el protagonista, incluyendo una que le convertía en un tiburón. Activision se hizo cargo de la adaptación a los ordenadores de 8 y 16 bits (Spectrum, Amstrad CPC, C64, MSX, Amiga, Atari ST. Y muchos años más tarde Sega incorporaría el clásico de Mega Drive (y la recreativa en forma de bonus desbloqueable) en los recopilatorios Sega Mega Drive Collection (PS2, PSP) y Sega Mega Drive Ultimate Collection (PS3, Xbox 360). También se incluyó el original de Mega Drive en el primer volumen de Sega Smash Pack para PC (1999) y el tercer volumen, que solo llegó a las Dreamcast americanas en enero de 2001.

La historia de Altered Beast debería haber acabado ahí, pero Sega siguió explotando la nostalgia de los antiguos usuarios de Mega Drive, y dio carta blanca a THQ para que lanzara el mediocre Altered Beast: Guardian of the Realms para GBA, en 2002. Y eso que el desarrollo del cartucho fue supervisado por WOW, la división de Sega comandada por Makoto Uchida. En febrero de 2005 Sega nos sorprendió con un reboot de la franquicia para PlayStation 2, bautizado como Juoki: Project Altered Beast en Japón y Altered Beast (a secas) en Europa. El juego no era ninguna maravilla, aunque incorporó nuevas transformaciones (tritón, minotauro…) además de las clásicas de hombre lobo y dragón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario