miércoles, 23 de septiembre de 2020

Golden Axe (1989 Sega)

En 1989 llegaba a los salones arcade un beat'em up muy especial: Golden Axe, uno de los clásicos de Sega más recordados y queridos durante generaciones. El leitmotiv del juego es deudor de Conan, y su historia es un buen ejemplo de ello: el reino de Yuria vivía en paz y prosperidad desde que el rey había logrado hacerse con la poderosa Hacha Dorada que tanto daño había causado. El hacha se encontraba a salvo entre los muros del castillo de su majestad, pero la repugnante víbora con forma de titán llamada Death Adder logró hacerse con el hacha y mantuvo prisioneros tanto al rey como a su hija la princesa. Con el poder de esta arma legendaria, Adder sembró el caos y la destrucción por toda Yuria, masacrando miles de inocentes por pura diversión. En una de estas carnicerías, Adder cometió el error de atacar una aldea bárbara y masacrar a casi todos sus habitantes, entre ellos la madre del noble guerrero llamado Ax-Battler. Ax juró venganza, y no tardó en encontrar a otros dos guerreros que también habían perdido a sus seres queridos a mandos del despiadado villano, el enano Gilius Thunderhead y la amazona Tyris Flare.

Con respeto a la parte jugable disponemos de tres botones, el primero es el ataque básico, el segundo es para saltar y el tercero para desencadenar un ataque mágico. A ese respecto tenemos un inventario propio para llevar las pócimas mágicas, la capacidad de este inventario varía según el personaje siendo Tyris la que puede portar más pociones a la vez, y Gilius el que menos, quedando Ax en un término medio. Otra novedad es este género es que podemos correr, lo que nos permite hacer embestidas y el golpe más famoso del juego, un espectacular remate que consiste en correr, saltar y dar a la vez al ataque y al mando hacia abajo, realizando una estocada que normalmente mata a los enemigos. Además disponemos de un ataque especial que consiste en pulsar a la vez botón de ataque y salto, y que da un golpe hacía atrás. También hay pequeñas diferencias entre los personajes, siendo Gilius el más fuerte y lento, y Tyris más rápida pero menos efectiva en combate. Pequeños gnomos de diversos colores corren a lo largo de la pantalla con un saco a la espalda y podremos golpearlos para obtener una pócima mágica que dejan caer de sus sacos. En las pantallas de bonus (entre combate y combate), estos duendes (en función de su color) pueden también dejar caer comida, que hará recuperar la salud a los personajes.

            Otra novedad es que existen tres monturas diferentes: un dragón azul que escupe una llamarada, el dragón rojo, que lanza bolas de fuego en horizontal, y el Cocatriz, una extraña criatura gallinácea que aparecía ya en el Altered Beast y que derriba a los enemigos a base de coletazos. Los escenarios desbordan imaginación y calidad, una aldea construida sobre el lomo de una descomunal tortuga, parajes sombríos y desolados, y hasta un águila gigante que nos transporta sobre su lomo. Pero solo tienen cuatro fases, una escasa duración, que te deja con ganas de más. Aunque siempre queda el modo cooperativo que es realmente adictivo.
           
            Los enemigos siguen la tendencia fantástica del juego, son pocos y tienden a repetirse cambiando únicamente el color, pero sus diseños son muy efectivista, desde amazonas, esbirros, caballeros gigantes, esqueletos o brutos descomunales armados con martillos que se carcajean de nosotros al aparecer. La banda sonora es épica y encaja a la perfección con el resto del juego. Como curiosidad si tardamos mucho en avanzar en una fase aparecen unos esbirros oscuros bastante complicados de derrotar, Sega pensaba en todo con tal de sacar toda la paga de la semana a los tiernos infantes que se agolpaban alrededor de la máquina recreativa.

Se hicieron conversiones para Commodore 64, Spectrum, PC DOS, Amstrad, Amiga, y Atari ST. En cuanto a consolas hubo versiones para: Master System, Mega Drive, Mega CD, PC Engine CD, Wonder Swan Color, y finalmente Game Boy Advance. A las que habría que sumar un remake para PS2 publicado dentro de la serie Sega Ages 2600 en Japón, y que llegó aquí dentro del recopilatorio 'Sega Classics Collection'. Este remake no recibió demasiadas buenas críticas en día por alejarse demasiado del juego original y por algunos problemas con su jugabilidad que no hacían justicia al original. La conversión a Mega Drive es sin duda la más conocida de todas. Se convirtió en uno de los juegos estrella del catálogo inicial de la consola, e incluso logró superar al arcade en algunos aspectos, subsanando en gran medida el problema de la escasa duración añadiendo un nivel final exclusivo con un nuevo jefe mucho más duro que el original. Además añade el modo duelo, donde nos vamos enfrentando a hordas sucesivas de enemigos en un espacio cerrado hasta que nuestro medidor de salud se vacíe o hasta que acabemos con todos. Otra ventaja es que conservó el modo cooperativo, algo de lo que pocas conversiones domesticas pueden presumir. La versión de Mega Drive se puede encontrar dentro de recopilatorios como: 'Sega Mega Drive Collection' para PS2 y PSP, o 'Sega Mega Drive Ultimate Collection' para PS3 y 360; también en PP y consola virtual de Wii.

            En cuanto a la partida poco se puede decir de este juego que no se haya dicho ya, hay cosas graciosas como que la IA de los enemigos es muy mediocre y podemos en muchas ocasiones conseguir que se “suiciden” simplemente esperando a que corran hacia nosotros cuando tenemos un precipicio detrás. Que hay trucos a dobles como dejar a tu compañero sin vida en las zonas de bonus entre fases porque luego aparece con la vida completa. Death=Adder, el nombre del villano del juego, significa en inglés "Víbora de Muerte". Los gritos de los enemigos del primer Golden Axe fueron digitalizados de las películas "First Blood" (Rambo) y "Conan el Bárbaro". El kanji de la pantalla de título reza "Senpu", que en español significa "Hacha de lucha". Esto es un ejemplo de 'gikun', con lo que los artistas japoneses usan el valor fonético de un carácter para determinar el nombre del juego, y no el nombre del carácter en sí mismo.

            En resumen, un juegazo, corto, intenso, con el final más surrealista de la historia de los videojuegos (atentos al vídeo sino lo conocéis) y totalmente recomendable para una rápida sesión de nostalgia. La saga por desgracia se fue a pique, y aparte del maravilloso “Golden Axe: The Revenge of Death Adder”, las demás secuelas son bastante malas… pero de ese juego ya hablaremos en otra ocasión.

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