viernes, 16 de octubre de 2020

The King of Fighters XIV (SNK 2016)

La nueva SNK, con inversores chinos, ha abandonado Playmore en su logo y se plantea un nuevo rumbo lejos de los pachinkos y retornando a los videojuegos, sin embargo el nuevo título de su franquicia no ha estado exento de polémica. Desde su anuncio KOF XIV causó cierto revuelo no sólo ya por su apuesta por las 3D, sino por usar un motor gráfico algo obsoleto. El resultado ha sido unos gráficos simplistas, simplemente correctos, con unas animaciones más robóticas, feas y forzadas, sobre todo si las comparamos con el Street Fighter IV o el mismo KOF XIII. Además se han tomado ciertas licencias de diseño que implican que, por ejemplo, Kyo Kusanagi no parezca él, con una cara desdibujada y extraña, alejada de los fenomenales diseños del dibujante Shinkirô en los capítulos más clásicos de la serie. Además los escenarios, siendo generosos, parecen sacados de un pastiche MUGEN.

Pero los amantes de KOF y las sagas de SNK no somos precisamente unos amantes de lo visual, lo que nos importa es la jugabilidad, y a ese respecto KOF XIV mantiene la esencia jugable de la saga, por lo que a pesar del aspecto 3D los combates se presentarán en las tradicionales 2D. Así, las mecánicas de juego combinarán elementos vistos anteriormente, como los ataques EX, que podrán utilizarse al activar el modo MAX, o diversas cancelaciones como los Super Cancel, Advanced Cancel, y Climax Cancel con las cuales podremos encadenar especiales y SDM de diferentes formas, habilitando así un auténtico festival de combos. SNK también se ha preocupado por los novatos, y de esta forma ha incluido los “Rush combos”, una nueva mecánica que permite ejecutar combinaciones simples con tan sólo pulsar un botón de ataque. Para mí esto ha sido un error, entiendo que el KOF XIII era algo excluyente, incluso para los seguidores de la saga, debido a su dificultad para dominarlo, y por eso han preferido crear este atajo para atraer a nuevos jugadores, pero quizás dejar a la pulsación de un botón un combo que incluso enlaza con un especial –incluso potenciado-, es excesivo. Sin embargo también hay que añadir que cuando juegas a un nivel alto los combos utilizando el Max Mode son mucho más dañinos, por lo que esto solo resultará un problema al principio.

Por lo demás el juego es soberbio, cuenta de inicio con una parrilla de cincuenta personajes, a lo que se suman Rock Howard, Vanessa, Yamazaki y Whip con un DLC de pago. Del total, diecinueve son totalmente nuevos. Hay varias caras nuevas procedentes de algunos pachinkos de la marca (la nueva incorporación de South Town del equipo de heroínas, Alice, y las dos acompañantes de Nakoruru, Love Heart y Mui Mui) y otras tantas novedades y regresos: Angel al Equipo México, el mismísimo maestro de Kim Kaphwan, un nuevo acompañante para Choi y Chang, dos pupilos chinos para Tung Fu Rue o los tríos debutantes del equipo Sudamérica y el oficial del campeonato. Es cierto que tiene dos de los peores bosses de toda la franquicia, y que la ausencia de Blue Mary es extraña, pero están casi todos los personajes clásicos (Kyo, Iori, Terry, Ryo, Robert, Ralf, o Mai), destacando la reaparición estelar de Tung Fu Rue y Nakoruru (que debutó en la versión de Game Boy de KOF '95). Los nuevos luchadores tienen una estética y movimientos que son un golpe de aire fresco a la franquicia, quizás no sean tan competitivos en el online, pero si resultan divertidos de usar.

El contenido del juego en su versión PS4 es simple pero funcional: el modo historia es un arcade tradicional, con sus finales dibujados por el estiloso Eisuke Ogura y un montón de imágenes rescatadas de los mejores libros de arte de la empresa que se desbloquearán con cada combate ganado en el modo historia.

En resumen, por un lado The King of Fighters XIV es una apuesta conservadora, donde se deja muy poco margen a la innovación o a las novedades más allá de los nuevos personajes en sí, pero también un juego al que si dedicas el tiempo necesario para dominar el Max Mode puede llegar a ser tan profundo y complejo como el KOF XIII. Solo hay que ver cualquier video en YouTube para darse cuenta de todo el potencial que alberga. Más allá de la jugabilidad está el problema con los gráficos y la estética elegida, quizás no al gusto de todos, al igual que la selección de músicas durante el juego. Pero también hay que tener en cuenta el modo historia, todos los extras que contiene, el desarrollo frenético de los combates y un balance sin grandes estridencias entre los personajes. Si siguen dando soporte y arreglan los problemas con el netcode para que la experiencia en línea sea adecuada, es muy posible que veamos el resurgimiento de la franquicia. ¿Ha vuelto el Rey? No lo creo, pero desde luego este es el camino. The Future Is Now.

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